
"¡Sí, se puede!", se escucha por los pasillos del aeropuerto de Santiago. Una treintena de hinchas de la selección de Ecuador, con banderas y camisetas del equipo, gritan con alevosía dentro del recinto, mientras esperan que el avión que trae al conjunto de Gustavo Quinteros aterrice. Poco a poco, el lugar se empieza a teñir de amarillo. La expectación por ver a los jugadores es grande. La confianza y la esperanza que se ve en la gente, también.
"Siempre que se pueda venir a acompañar a la selección, lo haremos. Esperamos que la selección haga un buen papel en la Copa América", comenta Luis Ponce, un ecuatoriano que decidió venirse hace 13 años a Chile, y que hoy, al igual que el resto de sus patriotas, anhela que el Tri logre quedarse con el trofeo, algo que ha sido tan esquivo para ellos.
De pronto, un guardia del aeropuerto informa que el equipo saldrá por una puerta exclusiva, por lo que nadie tendrá acceso a ver a los jugadores ni poder hablar con ellos. Algunos optan por irse; otros, los más fanáticos, deciden seguir al bus en caravana, en señal de apoyo a Quinteros y sus dirigidos. El combinado ecuatoriano abandona el aeropuerto, con hermetismo, en dirección hacia el centro de Santiago. La hinchada, fiel, los sigue hasta el hotel.
El reloj marca las 18:15. Afuera del lugar de concentración, una muchedumbre de ecuatorianos espera a los futbolistas. El bus aparece y la gente vuelve a repetir los cánticos del aeropuerto. Los jugadores, de buzo azul, bajan sonrientes, tranquilos. Saludan, firman autógrafos y se sacan fotos. Llegan con confianza, y se nota.
"Ecuador viene con la mentalidad de hacer las cosas bien y ganar el primer partido, que es lo más importante", dice Jonathan González, jugador de 19 años que disputará su primera Copa América.
Frickson Erazo, defensa de la selección tricolor, argumenta que "el objetivo principal" es ir de menos a más. "Tratar de hacer un buen partido inaugural y llevar a Ecuador a las instancias finales", añade.
El equipo de Quinteros llega al país tras golear a Panamá en Guayaquil. El Tri venció por 4-0 y dominó el juego durante los 90 minutos, siendo dos factores que hacen que esta generación venga con la confianza suficiente como para pensar en vencer a Chile en el primer encuentro que disputarán. Aun así, muestran respeto ante su rival.
"Es el anfitrión, es uno de los favoritos. Sabemos toda la potencia que tiene y debemos analizarlo para contrarrestar todo eso. Conocemos la calidad de la selección chilena, así que tenemos que tener precaución", cuenta Enner Valencia, la mayor figura de Ecuador en este torneo y que deberá intentar suplir las ausencias de Antonio Valencia y Felipe Caicedo, dos referentes del equipo.
Ya son las 18:30 horas. El plantel está listo para entrar en el hotel y comenzar a pensar en el debut. La sonrisa sigue en la cara de los jugadores, esperanzando a los hinchas con que esta selección puede hacer historia en su país y llevarse la Copa América a casa, algo que nunca ha ocurrido en la historia de Ecuador.
"Llegamos de la mejor manera, así que trabajaremos pensando en el primer pleito. Hay que ir paso a paso. Ecuador tiene las herramientas suficientes para encarar la Copa América", sentencia Librado Azcona, arquero de la selección.
"Siempre que se pueda venir a acompañar a la selección, lo haremos. Esperamos que la selección haga un buen papel en la Copa América", comenta Luis Ponce, un ecuatoriano que decidió venirse hace 13 años a Chile, y que hoy, al igual que el resto de sus patriotas, anhela que el Tri logre quedarse con el trofeo, algo que ha sido tan esquivo para ellos.
De pronto, un guardia del aeropuerto informa que el equipo saldrá por una puerta exclusiva, por lo que nadie tendrá acceso a ver a los jugadores ni poder hablar con ellos. Algunos optan por irse; otros, los más fanáticos, deciden seguir al bus en caravana, en señal de apoyo a Quinteros y sus dirigidos. El combinado ecuatoriano abandona el aeropuerto, con hermetismo, en dirección hacia el centro de Santiago. La hinchada, fiel, los sigue hasta el hotel.
El reloj marca las 18:15. Afuera del lugar de concentración, una muchedumbre de ecuatorianos espera a los futbolistas. El bus aparece y la gente vuelve a repetir los cánticos del aeropuerto. Los jugadores, de buzo azul, bajan sonrientes, tranquilos. Saludan, firman autógrafos y se sacan fotos. Llegan con confianza, y se nota.
"Ecuador viene con la mentalidad de hacer las cosas bien y ganar el primer partido, que es lo más importante", dice Jonathan González, jugador de 19 años que disputará su primera Copa América.
Frickson Erazo, defensa de la selección tricolor, argumenta que "el objetivo principal" es ir de menos a más. "Tratar de hacer un buen partido inaugural y llevar a Ecuador a las instancias finales", añade.
El equipo de Quinteros llega al país tras golear a Panamá en Guayaquil. El Tri venció por 4-0 y dominó el juego durante los 90 minutos, siendo dos factores que hacen que esta generación venga con la confianza suficiente como para pensar en vencer a Chile en el primer encuentro que disputarán. Aun así, muestran respeto ante su rival.
"Es el anfitrión, es uno de los favoritos. Sabemos toda la potencia que tiene y debemos analizarlo para contrarrestar todo eso. Conocemos la calidad de la selección chilena, así que tenemos que tener precaución", cuenta Enner Valencia, la mayor figura de Ecuador en este torneo y que deberá intentar suplir las ausencias de Antonio Valencia y Felipe Caicedo, dos referentes del equipo.
Ya son las 18:30 horas. El plantel está listo para entrar en el hotel y comenzar a pensar en el debut. La sonrisa sigue en la cara de los jugadores, esperanzando a los hinchas con que esta selección puede hacer historia en su país y llevarse la Copa América a casa, algo que nunca ha ocurrido en la historia de Ecuador.
"Llegamos de la mejor manera, así que trabajaremos pensando en el primer pleito. Hay que ir paso a paso. Ecuador tiene las herramientas suficientes para encarar la Copa América", sentencia Librado Azcona, arquero de la selección.